Valentín Gómez rompió el silencio luego del triunfo de Vélez ante San Martín de San Juan, y apuntó contra Foster Gillett y contra la actual dirigencia del “Fortín”.
El conjunto hoy dirigido por Marcelo Bravo, que está a la espera del “Mellizo” Barros Schelotto, derrotó 1 a 0 al “Santo” cuyano con gol de Braian Romero y dejó atrás tanto la sequía de goles como de triunfos en el Torneo Apertura.
Ante los micrófonos post partido, el zaguero del elenco de Liniers brindó su palabra y develó su enojo con la truncada salida al fútbol del “viejo continente” a la vez que cargó contra la gestión de la actual directiva en la institución velezana.
En primer lugar, Gómez develó que “no estaba al 100% para jugar” y confesó lo que fue su estadía en soledad en Italia, donde apuntó contra el empresario y contra el “Fortín. “Es verdad que se dijo que estuve entrenando en una plaza, pero es también es culpa de la dirigencia de Vélez, si bien el primer responsable es Foster (Gillett) obviamente”, remarcó.
A su vez, sostuvo sobre Vélez: “No les costaba nada mandarme un permiso para entrenar a contraturno, me tuvieron diez días llorando en una habitación, sin poder entrenar”.
Evidenciando su molestia con el trato de la institución, Valentín Gómez resaltó que desde su posición: “Nosotros somos después los que damos la cara y somos los responsables de los malos momentos que vivimos”. Además, confesó que las condiciones en las cuales entrena el plantel “no son óptimas, las canchas no están en el mejor estado, el vestuario hay que remodelarlo” y que "hay que hacer muchas cosas para que Vélez siga siendo un gran club”.
Para ejemplificar estos inconvenientes, el zaguero explayó que los experimentados jugadores tuvieron que comprar 32 ventiladores para que el plantel pudiera descansar en la concentración, y a su vez marcó que el gimnasio disponible no es el apto para un equipo de Primera. "Si bien nosotros somos los responsables, estaría bueno que también ellos muestren su parte de responsabilidad”, concluyó.
Fuente: Doble Amarilla • Doble Amarilla